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26 de enero de 2008

Las huellas del yeti

Aprovechamos su visita a la Librería Desnivel para hablar con José Ramón Bacelar, quien fotografió las huellas más recientes de un yeti, con César Pérez de Tudela y con Rafael Cobo, experto en úrsidos, acerca de uno de los grandes misterios del Himalaya.


Existen, en el Himalaya, dos rutas que se pueden considerar como trekking extremo, siendo estas unas de las menos frecuentadas de la tierra; una en Bhutan, en la vertiente sur de la cordillera, que atraviesa espesas junglas, y la travesía Dolpo-Mustang, en su vertiente norte, que discurre por una zona virgen del Tíbet. Un territorio que fue explorado por un occidental por primera vez en noviembre de 2006, cuando José Ramón Bacelar cruzó una tierra que no aparecía en los mapas. Una tierra de silencio, donde, a buen seguro, pueden sobrevivir los mitos.
Quizá por eso, buscando una soledad tan inspiradora como atroz, José Ramón, Director de la agencia de viajes Sanga, uno de los hombres vivos que cuenta con más expediciones al Himalaya (por encima de las 70) se aventuró, acompañado por su sirdar, un cocinero y tres caballistas por una ruta prohibida, debido en gran medida a los conflictos con China. Así que hasta allí le llevó su afán por conocer y redescubrir una tierra que el tiempo ha olvidado -aunque sus gentes le han devuelto la moneda-, donde no sólo la cultura y la filosofía acogen al viajero, también el espíritu se eleva, si eso es posible, un poco más alto, un poco más libre, rodeado por las inmensidades caóticas que allí gobiernan.

Y el sacrificio físico y mental (encima dejó de fumar en una fría noche durante la expedición) que suponía emprender un camino desconocido fue recompensado, por el azar, o por el propio Himalaya, en forma de animal. Encontró pruebas de la presencia de un leopardo de las nieves en su mismo campamento, alcanzó a ver el mayor rebaño de corderos azules que recuerda, en una ladera, majestuosos, y por último descubrió y fotografió las huellas de un yeti, a una altura sin precedentes, 5.700 metros, en lo que bautizarían como el Empty Valley, el Valle Vacío. Tres de los mitos de la zoologia, entiéndase mito como ser poco probable y de enorme influencia, en menos de una semana. El baral, o cordero azul, es difícil de ver, y menos aún en tamaño número. El leopardo de las nieves, "the tiger", aún sigue siendo, a pesar de que se han llegado a filmar y fotografiar, un hermoso enigma. El yeti, por contra, continúa como una leyenda a caballo entre la realidad y el misticismo. Puede ser un oso, pero su halo es mucho más romántico.

Seguir imaginando


Todo lo que ha rodeado a los yetis se ha visto enfocado desde dos puntos de vista bien diferenciados; se pueden tomar como base las referencias de algunos expertos, investigadores y un buen número de alpinistas, y creer que es un oso, una especie desconocida, capaz de sobrevivir a tal altura, en una de las regiones más complicadas del planeta, o se puede creer en que el hombre no lo sabe, no lo conoce, todo. La segunda de las hipótesis suele ser tomada por locura, desvarío y, sólo en ocasiones, por genialidad, aunque no es el momento de repasar la infinidad de casos en los que una idea distinta fue enterrada, sepultada por la supuesta razón, hasta que su luz estalló, cambiando, las más de las veces, una pequeña porción del pensamiento. Y sin embargo, lo más probable, es que ambas creencias tengan mucho más en común de lo que se presupone, como exponía Reinhold Messner en su libro Yeti, leyenda y realidad.

Este miércoles, en la Librería Desnivel, José Ramón mostró, por primera vez en público, las fotografías de huellas que tomó en 2006, unas imágenes inéditas, sobrecogedoras y que superan, sobre todo en capacidad expresiva, cualquier prueba anterior sobre la existencia de los yetis, sean estos lo que sean. grupo de personas y de personajes, entre ellas César Pérez de Tudela, que no necesita presentación, y Rafael Cobo, geólogo, himalayista y experto en úrsidos. Hablamos con los tres, no con el fin de esclarecer el misterio, si no con la intención de hacer llegar a todos una incógnita que debe animarnos a abrir la mente. Resolverlo es lo de menos y como dice Bacelar: "La sabiduría no se alcanza con la solución, si no con el camino que quizá te llevé hasta ella". Y es que algunas leyendas merecen seguir vivas, aunque solo sea para ayudarnos a seguir aprendiendo, a seguir imaginando.


Vídeo-entrevistas a César Pérez de Tudela, J.R. Bacelar y Rafael Cobo


Fotografía de las huellas: José Ramón Bacelar

Reportaje completo sobre la expedición
de José Ramón Bacelar y las fotografías en exclusiva en el número de febrero de
Desnivel y, próximamente, en

Desnivel.com


Publicado en francés en
Kairn.com